sábado, 23 de octubre de 2010

Misterios de la Luna Llena

Existen miles de historias que llenan a la Luna, desde el inicio de sus tiempos hasta la eternidad algunos son de amorios, pasiones y traiciones, otros de venganza y sangre derramada, pero realmente no hay historia mas grande en el mundo que la de un Hombre Lobo.

Desde mis primeros años en este mundo mortal he tenido visiones a traves de mis sueños de lo que pueden hacer estos seres, dicen que son un producto de la imaginación, recordando que cuando el hombre no sabía a lo que se enfrentaba decia que era por magía, pero, ¿realmente existe el hombre lobo?.

Muchos paises tienen un mito en común Hombre-Bestia, Hombres Lobo, Hombres Oso, Hombres Leon, etecetera, no creo yo que sea por simple concidencia, es decir, serían demasiadas las razones para asustar a la gente pero no creo que tantas como para crear en diferentes partes del mundo una leyenda similar.

Antes de dar inicio a las historias que esconden la Luna Llena doy entrada a una historia de mi pais, de mis origenes aunque en sangre no tenga la mitad de lo que se dice Azteca vivo y doy mis origenes, la Leyenda de la Mujer Blanca:


La Mujer Blanca (Iztaccíhuatl) En la mitología azteca, Iztaccíhuatl fue una princesa que se enamoró de Popocatépetl, uno de los guerreros de su padre. Su padre envió a su amor a una batalla al Estado de Oaxaca, prometiéndole entregarle a su hija si éste regresaba victorioso y con la cabeza de su enemigo en la lanza. Tiempo después el guerrero regresó y la cabeza de su rival sangraba en su lanza. Recibió el festín por su victoria, sin embargo su lecho de amor se dio por acabado, la princesa había muerto.

Con el corazón roto llevó el cuerpo de su amada a un monte y los dioses la convirtieron en volcán inactivo, después, el guerrero tomó una antorcha y prometió que ningún huracán por más fuerte que lleve sus aguas apagará su fuego que vela el cuerpo de su amada, para concluir esto, los dioses le entregaron la eternidad convirtiéndolo en volcán, a cambio de custodiar a la princesa Iztaccihuatl.


Ahora ya entrando a la materia de los misterios de la Luna Llena, en especial a un punto que nunca me ha dado un sueño tranquilo, mas cuando veo a seres semejantes en el reino de Hipnos, el Hombre Lobo.


El hombre lobo ha sido temido desde la antigüedad y es una creencia que se encuentra en todos los lugares del mundo. Los asirios hablaban de un monstruo parecido, el ekimmu, que luego de aterrorizar a sus víctimas, las devoraba. El vetala de la India y el Chi’ang Shi de China son monstruos semejantes.

La principal diferencia entre los vampiros legendarios y los hombres lobo consiste en que habría que estar muerto para ser vampiro, en tanto que los hombres lobo serían seres vivos. Así mismo, los vampiros adquirirían sus características por efecto de alguna maldición, mientras que el hombre lobo se metamorfoseara de una manera más o menos voluntaria. Se trataría por regla general de una persona que bajo ciertas condiciones favorables —la luna llena, el momento en que florecen ciertas plantas, los cambios de estación— se transformaría en lobo sin perder su condición humana.

En las regiones donde no hay lobos, las metamorfosis varían: así, hay en Asia hombres-tigre y hombres-zorro; en Rusia, hombres-oso; en África, hombres-león y hombres-hiena; y así por el estilo.

Durante la Edad Media todo lo que se necesitaba para ser acusado de hombre lobo era tener orejas puntiagudas, abundante vellosidad, dientes muy agudos o simplemente una apariencia poco tranquilizadora.

Irónicamente esto despertó amplio interés por convertirse en hombre lobo. Viejos manuales de magia contienen recetas o modos en lograr la metamorfosis. Ésta podía ocurrir accidentalmente si se bebía agua de una poza en la que hubiera saciado su sed una manada de lobos, y para provocarla a voluntad bastaba con ingerir los sesos de un lobo, cubrirse el cuerpo con la piel del animal y esperar hasta una noche de luna llena.

Seran ficción o simplemente una verdad oculta tras un gran cuento, no quisiera encontrarme con uno en estos días, talvez un mañana pero por lo menos ya pase otra luna llena solo viendolos en mis sueños.